Aporte económico de las mujeres a través de emprendimientos

 

Rina Rodas atiende a clienta que llega a buscarla por reconocer el buen trabajo que ella realiza con sus manos.

Los emprendimientos y pequeños negocios emplean un buen número de mujeres en todo el país, evidenciando la importancia del sector en la economía familiar y local. Por ello, es necesario que existan programas y proyectos desde el Estado que faciliten asistencia técnica para la puesta en marcha y administración de estas unidades económicas, capital semilla y otras acciones destinadas a fortalecer el rol de las mujeres en estos rubros, en las cabeceras departamentales y otros municipios del interior del país.

Según la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE) en El Salvador, para el año 2017, existían alrededor de 317,795 unidades económicas de las cuales, el 33.92% son clasificados como emprendimientos, mientras que el 60.76% son microempresas y el 5.32% son pequeñas empresas.

Al año 2018, estos sectores proporcionan empleo a 854,732 personas; ubicándose en los segmentos de microempresa el 59.77%, pequeña empresa en el 21.31% y emprendimientos en el 18.92%. Las MYPE ocupan a 462,959 mujeres y a 391,773 hombres.[1]

Solo en el año 2018, CONAMYPE capacitó a 1,385 mujeres en el área de emprendimiento a nivel nacional y se crearon en ese mismo año 430 nuevos emprendimientos de mujeres.[2]

Del total de las atenciones realizadas por CONAMYPE en el año 2019, 6,507 han sido hacia unidades económicas (emprendimientos, microempresas, pequeñas empresas) lideradas por mujeres, representando el 63.86% de estas. Sobre las cuales, 3,883 han sido a mujeres emprendedoras, 2,542 a propietarias de micro empresas y 80 a propietarias de pequeñas empresas.[3]

Distribución de las atenciones brindadas por CONAMYPE, según sexo y unidad económica en el año 2019, El Salvador.

Fuente: gráfico elaboración propia con datos del Informe de labores de CONAMYPE 2019-2020.

Emprendimientos de mujeres en Ciudad Arce

Rina Nieto Rodas, de 43 años, es una emprendedora residente en el municipio de Ciudad Arce; desde hace varios años, vende productos de bisutería en un kiosco ubicado en el mercado municipal.

Ella es una de las beneficiadas de los distintos proyectos que desde hace varios años ORMUSA y la Alcaldía de Ciudad Arce impulsan desde el Centro de Capacitación local y otras iniciativas para apoyar el entorno económico de las mujeres, fortalecer el liderazgo, participación y el tejido organizativo.

En el marco de los proyectos de empoderamiento económico coordinados por ORMUSA y la alcaldía municipal, cientos de mujeres y jóvenes de Ciudad Arce, recibieron talleres de corte y confección, bisutería, panadería, carpintería, serigrafía, inglés y computación, entre otros.

Rina Nieto, es una de esas mujeres de Ciudad Arce, que participó en un proyecto de capacitación desarrollado por ORMUSA.[4] En esos espacios de aprendizaje, Rina aprendió a trabajar el hilo nylon, hoy crea pulseras y otras artesanías que comercializa, para obtener ingresos.

Es así que Rina, en coordinación con la Unidad Municipal de la Mujer, de la Alcaldía de Ciudad Arce, cuenta con un espacio estratégico en la entrada del mercado municipal, desde hace seis años. Ese punto de venta también beneficia a otras emprendedoras, con quienes Rina se turna en diferentes días del mes, para ofrecer los productos que elaboran.

Krisia Linares, responsable de esta Unidad desde hace siete años, expresa que la Política Municipal de Género aprobada en el año 2010, contempla uno de los indicadores de fortalecimiento y autonomía económica de las mujeres. En ese marco, se inició con el proceso de talleres vocacionales para las mujeres, dándoles herramientas para dinamizar su economía y acrecentar las posibilidades de mejorar su calidad de vida[5].

Las mujeres aprovecharon (los talleres), y como resultado de esto, en 2012 se asignó un espacio específico en el mercado municipal, para las mujeres que salían de estos cursos vocacionales. En una mirada retrospectiva a través de estos años, ha presenciado como las mujeres del municipio, han llegado a los espacios y se han empoderado con la formación.

En palabras de Krisia, el gobierno local también ha aprendido sobre la gestión de procesos de formación. “Luego que ORMUSA finalizó su proceso de los cursos vocacionales, desde la municipalidad, nos apropiamos de esa forma de trabajo que ORMUSA nos trajo y con fondos propios continuó dándolos porque vimos que sí funcionaba. Además, se buscaron otras alianzas con INSAFORP y Ciudad Mujer; ha sido un proceso de éxito y necesitamos seguir fortaleciendo la formación», afirmó.

Sin embargo, pese a los conocimientos adquiridos por las mujeres en estos talleres vocacionales, Rina enumera una serie de adversidades que se enfrentan al comenzar los negocios.

«Al principio cuesta, porque yo recuerdo que mi madre me decía: «No vayas a vender, vas a vender poco». A veces vendíamos $2, a veces $5; pero conforme la gente nos ha ido conociendo y nosotras hemos ido aprendiendo un poco más, surtiendo más el negocio, hemos ido teniendo clientes. Para mí ha sido de bendición, porque ha sido el alimento de mis hijos y el estudio de mis hijos en estos años», afirma mientras unas clientas llegan a comprar algunas de sus creaciones.

Rina comenta que, en estos años, también su hija ha aprendido de ella y ha aumentado la producción y las ganancias.

«Yo me traía a mi hija para que me ayudara y le fue gustando; hoy, ella tiene su espacio, ella hace sus productos, yo le ayudo a venderlos y tenemos más ganancias», relata mientras termina la elaboración de una pulsera.

Mujer emprendedora de Ciudad Arce realiza pulsera con hilo nylon.

Necesidad de capital semilla y créditos

La emprendedora de 43 años también recordó sus inicios en la dinamización de la economía local. «Comenzamos con poquito, invertí $200 y prácticamente con las cosas que una hace, se puede ganar un 50%. Hay otros productos que se pueden conseguir, sin necesidad de comprar y se le puede ganar aún más, por ejemplo, las semillas, aunque toman un poco más de tiempo en la elaboración”. Es así cómo ha invertido y refleja sus ganancias conforme pasan los días.

Sin embargo, los emprendimientos también requieren de tiempo y paciencia para hacerlos crecer. Rina aclara que las ventas no se ven reflejadas de la noche a la mañana, sino que, es más bien un proceso que puede demorar algunos días, pero que sí logra percibir ganancias. “Para hacer una docena de pulseras, me tardo un aproximado de dos horas; en el aspecto de venta a veces se tarda un poco, por eso hay que hacer variedad, porque sí se puede tardar como 15 días para vender la docena. Hay que hacer variedad para que se venda más y un poco más rápido».

  • De acuerdo a la encuesta realizada por el Banco Central de Reserva en 2017, entre los principales problemas que manifiestan los emprendimientos y pequeñas unidades productivas, están[6]

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Una acción clave para promover la economía local es dar cumplimiento a la Ley de Contrataciones y Adquisiciones (LACAP) en su artículo 39, que establece que el 25% de las compras de las instituciones del Estado, debe hacerse a las MYPES. En el año 2019 ascendió a un 29.3%.

Adicionalmente, se necesita otras medidas favorables para los emprendimientos que beneficien a las mujeres, quiénes según la CONAMYPE, tienen más actividad económica en estas unidades.

La dificultad de los fondos propios para invertir (capital de trabajo) también debe verse desde un enfoque de género. Análisis del Banco Central de Reserva (BCR)[7], con base a información de la Superintendencia del Sistema Financiero, establecen una diferencia entre hombres y mujeres en cuanto al número de créditos otorgados en el período 2014-2018. En promedio, el 55% de los créditos fue otorgado a las hombres y 45% a las mujeres, con una brecha del 10% o una diferencia de 409,023 créditos.

El documento del BCR en mención, no incluye razones explicativas de esa brecha, pero razona que “el enfoque neutro en la oferta de servicios y productos financieros otorgan un trato igual a hombres y mujeres, sin considerar las condiciones de desigualdad de género preexistentes en el país, por lo cual es importante generar medidas con un enfoque que considere dichas brechas en la sociedad salvadoreña”.

Esta brecha también puede ser resultado de diversos factores, por ejemplo, si las mujeres no tienen propiedades a su nombre y tampoco un empleo formal, es aún más difícil que sean sujetas de créditos por la banca privada. Por ello, el Estado debe ofrecer opciones que equiparen las oportunidades económicas para las mujeres.

Fuente: Gráfica tomada del Boletín Económico 2020 del Banco Central de Reserva, el Salvador.

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  1. Más de 300 mil micro, pequeñas empresas y emprendimientos registra última encuesta de la MYPE https://www.conamype.gob.sv/blog/2018/12/20/mas-de-300-mil-micro-pequenas-empresas-y-emprendimientos-registra-ultima-encuesta-de-la-mype/#:~:text=La%20investigaci%C3%B3n%20muestra%20que%20en,el%205.32%25%20son%20peque%C3%B1as%20empresas.

  2. CONAMYPE. Informe de logros 2018. Recuperado en https://www.transparencia.gob.sv/institutions/conamype/documents/359750/download

  3. CONAMYPE. Informe de labores 2019-2020. Recuperado en https://www.conamype.gob.sv/download/memoria-de-labores-2019-2020

  4. Entrevista realizada a Rina Nieto Rodas, emprendedora beneficiada de los talleres de orientación vocacional en Ciudad Arce.

  5. Entrevista realizada a Krisia Linares, responsable de la Unidad de la Mujer en la Alcaldía de Ciudad Arce, 9 de diciembre de 2020.

  6. Más de 300 mil micro, pequeñas empresas y emprendimientos registra última encuesta de la MYPE https://www.conamype.gob.sv/blog/2018/12/20/mas-de-300-mil-micro-pequenas-empresas-y-emprendimientos-registra-ultima-encuesta-de-la-mype/#:~:text=La%20investigaci%C3%B3n%20muestra%20que%20en,el%205.32%25%20son%20peque%C3%B1as%20empresas.

  7. Boletín económico 2020: Importancia de la estadística desagregada por sexo e inclusión financiera en El Salvador. https://www.bcr.gob.sv/bcrsite/uploaded/content/category/982841223.pdf